La Cuestión de las Entregas...
Los camiones son bien costosos y el mantenimiento mucho más.
Vamos a poner en perspectiva esta cuestión de las entregas que cada día cuestan más y los clientes no quieren y no tienen que pagar. En los Estados Unidos el funerario está acostumbrado a pagar por todo. Las entregas no son una excepción, pero aquí en Puerto Rico se acostumbraron a que se les llevara una caja de líquido para embalsamar al fín del mundo y de gratis. Una cajita! Para colmo, algunos esperan a que se les acaben las cosas para pretender que se les entregue al otro día. Vamos a explicar un poco acerca de lo que realmente nos cuesta a los suplidores la cuestión de las entregas para que vean que no es un chiste.
Los suplidores de prestigio utilizan unidades nuevas y costosas. Nosotros, por ejemplo, no cogemos el primer camión del 2001 que lo utilizaban para entregar verduras y lo tiramos a la calle a repartir ataúdes a diestra y siniestra. Utilizamos unidades nuevas que valen mucho dinero. Para que tengan idea: cada camión FORD 450 cuesta $65,000 estacas. El mantenimiento sale caro con cojines y no le puedes quitar al mecánico de encima porque estos aparatos corren un millar de millas mensualmente. Cada tune-up preventivo te sale en $400.00 y cada rotura no baja de $1,500.00 si es que tienes suerte. Aparte de eso, nuestros choferes se ganan un buen sueldo por hora, añadele el ayudante , el diesel y los peajes que ahora son más costosos. O sea, un viajecito para entregar 20 ataúdes te sale en no menos de $200.00 ¿OK? Ah, ¿no sabías que era tan caro? Pues ahora lo sabes. Y estamos hablando de un FORD 450. Un HINO de los pequeños vale $75,000 y el grande $100,000. Y todavía aquí hay suplidores regalando las cajas a menos del costo...
Nuestra segunda unidad recién adquirida en Caguas Expressway Motors
A eso súmale el cliente que no dejó el cheque o que no le importó la fecha de entrega. Ese que no recibió la mercancía hoy por la excusa que sea (que son muchas) y después se cree que al otro día el camión regresará a Pekín, por ejemplo, a llevarle 3 ataúdes. En la mayoría de los casos son ataúdes económicos que no dan ni para cubrir el peaje! Con eso es que tenemos que bregar todos los días. Pero eso no termina ahí; ¿Qué me dicen de los que mantienen a los muchachos esperando 2 horas para recibir un ataúd como si fueran los únicos en el mundo? Eso pasa más a menudo de lo que ustedes creen... También tenemos a los cómodos que creen que nuestros empleados son los de ellos y pretenden que les re-arreglen el showroom entero y les muevan todas las cajas, incluyendo a las de la competencia. Así como lo estás leyendo es. Pero claro, la culpa es de los suplidores mismos porque los mal acostumbraron a eso. Ahora se vé más aún por la competencia acérrima que existe. Les dan hasta los calzoncillos si se los piden por tal de empujar una cajita más en el showroom. A la larga se fastidian ellos mísmos. Y claro, como el vendedor no es el que se tiene que joder cargando cajas todo el día, pues le promete al funerario villas y castillas para acabar de completar. Que lindo, ¿ah?
Esto es sencillo: organízate y planifica. Así evitarás problemas de inventario.
De acuerdo al Departamento de Transportación (DOT) y a nuestros Seguros, se supone que nosotros no entremos a la funeraria, y si lo hacemos, una vez nuestro empleado entre a las facilidades del cliente el Seguro que los cubre sea el del funerario y no el nuestro, para que lo sepan. Se supone que nuestro chofer no se separe 10' del camión. Es responsabilidad del cliente traer el carrito al camión y nosotros nos encargamos de ubicar la unidad en el mismo y nada más. Así es que se supone que sea, pero... Miren a Batesville, el mayor fabricante de ataúdes en el mundo. ¿Se han fijado ustedes que solamente llega una persona en el camión y lo único que hace es bajar el ataúd y ponerlo en el carrito del funerario? Nunca los verás entrando a la funeraria, ni despegarse del camión y mucho menos cargando cajas al showroom. No es porque no quieran, sino porque así es que se supone que sea. Ahora bien, cuando vamos nosotros lo que falta es que carguemos al cliente al hombro y lo sentemos en la silla de la oficina! Esa es la realidad de nuestro mercado. Si no lo haces, pues dicen que no das servicio y enseguida te tiran la clásica de "si no lo haces tú, lo hace el otro". Claro, a estos camiones de Batesville se les adapta una grúa especial y una serie de tablillas de metal adentro (racks) para ubicar los ataúdes. Nosotros estamos haciendo lo mismo con los nuestros a un costo de $5,000 cada camión. Pa'que gozes.
Nuestro camión entregando en Naguabo.
Siempre le buscamos la vuelta al cliente, pero de igual manera el cliente debe entender que las cosas no son tan fáciles, porque con la boca es un mamey. "Compren más camiones". "Busquen más empleados". "Alquilen un almacén más grande". Eso es lo primero que te sueltan...pero lo único que te quieren comprar son ataúdes Tribilin Martínez de bajo costo como si con eso se pudiese mantener todo el andamiaje que piden. La otra es: "Ah, pero los fulanos me entregan el mísmo día". Pues claro, porque los fulanos no tienen rutas establecidas, ni tienen el volúmen que tenemos nosotros. Tienen al chofer "on call", esperando en el almacén como si fuera un camión de bomberos que a la primera llamada sale volando a apagar el fuego. Nosotros no podemos darnos ese lujo porque semanalmente vendemos y entregamos más de 2 vagones de ataúdes en toda la isla.
Tu me ayudas, yo te ayudo y así nos ayudamos los dos.
Para eso adquirimos un segundo camión nuevo FORD 450, un almacén adicional y empleados adicionales...pero todo eso cuesta dinero. Así es que por favor, pedimos su indulgencia y cooperación en lo que seguimos ajustando nuestro servicio y manejamos un nuevo volúmen de ventas que cada mes crece más y más. Cuando creces de repente, las operaciones no van a la par con lo que vendes y eso nos sucede a todos en algún momento...pero eso es bueno! Lo importante es contar con los recursos necesarios para afrontar y resolver la crisis...y recursos es lo más que tiene Buchanan Group Services.
Pa'encima!
